¡Prepárense, amantes del terror marino! El Melanocetus Johnsonii, mejor conocido como diablo negro, ha vuelto a hacer de las suyas. Esta espeluznante criatura de las profundidades, que usualmente ronda entre los 200 y 2.000 metros bajo el agua (porque la luz del sol no va con su estética gótica), decidió salir de su cueva para darnos el susto del día.
La semana pasada, un ejemplar de este rapecito abisal fue avistado en la orilla de la isla de Tenerife, nadando en plena superficie y, lo más impactante de todo, a la luz del día. Sí, parece que alguien olvidó ponerle el recordatorio de que la oscuridad eterna es su hábitat natural.
Según la ONG Condrik Tenerife, esto podría ser el primer avistamiento en la historia de un diablo negro adulto, vivo, en la superficie y con el sol en la cara. Lo cual, traducido, significa que este pobre pez cometió un grave error de navegación.
No es el monstruo marino que imaginabas
Si al leer “diablo negro” pensaste en un depredador colosal del tamaño de un tiburón blanco, lamento arruinar la ilusión. La terrorífica criatura que puede tragarse presas del doble de su tamaño (algo impresionante hasta que recuerdas que mide como una pelotita de golf), cabe cómodamente en la palma de tu mano. Sí, señores, la pesadilla de las profundidades podría ser patrocinada por cualquier marca de pelotas deportivas.
No está hecho para la superficie (spoiler: no sobrevivió)
Normalmente, cuando uno de estos peces aparece en la superficie es porque ya está más muerto que vivo. En este caso, los científicos creen que el ejemplar pudo haber huido de un depredador o simplemente haber sido víctima de una crisis existencial que lo llevó a salir de su zona de confort. Sea como sea, su aventura en el mundo exterior no duró mucho, porque falleció pocas horas después.
Ahora, su pequeño pero aterrador cuerpecito ha sido trasladado al Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, donde será estudiado y, con suerte, servirá para que la próxima generación de diablillos negros no cometa el mismo error de subir a la superficie y acabar en los titulares de los medios.